Mackenzie con discapacidad visual, siente la nieve eufóricamente

Es una husky que sufrió de glaucoma durante las primeras diez semanas de vida. Esta enfermedad daño sus nervios ópticos ocasionando la perdida total de la visión en el ojo derecho; un mes después despertó sin poder ver en el ojo izquierdo. A pesar de la ceguera, Mackenzie nunca ha dejado de disfrutar la vida al máximo junto a Mandy Leung.

Quedar ciega a una edad temprana le ha permitido adaptarse a su entorno y afortunadamente vive como cualquier otro perro.

¡Se desplaza perfectamente por lugares nuevos y puede jugar a buscar como un perro normal!; expresó Leung.

Además, Leung asegura que aveces olvida que es ciega, por la posición de su cara cuando le habla o quiere pedir algo. Mackenzie tiene los mismos gustos que otros perros, le gusta jugar en el parque con amigos, dar paseos largos y acurrucarse con su madre.

Mackenzie es muy callada en casa, pero es muy tonta y traviesa afuera, ella es la cachorra más amigable y nunca ha conocido a alguien que no le agrade; añadió.

Mackenzie tiene un gusto particular en cuanto a la nieve, ya que es su pasatiempo favorito. Espera todo el año para que el invierno llegue y cuando empieza a caer la nieve no puede contener su felicidad. Aunque no puede ver, tan pronto como siente la nieve sobre sus bigotes, su reacción es muy dulce.

La nieve es una de sus cosas favoritas y no quiere entrarse si hay nieve; comentó Leung.

Su hermoso y abundante pelaje la aísla del frío, por lo que puede jugar durante horas sin ningún problema y debido a la ceguera ha logrado mejorar sus sentidos del olfato, oído y tacto, deleitándolos con la nieve.